Lisboa es una ciudad efervescente desde el punto de vista cultural y gastronómico. Sin embargo, a veces necesitamos escapar del bullicio de la ciudad y «sumergirnos» en paisajes remotos y tranquilos. Por eso, esta vez, te llevamos de escapada a Frecha da Mizarela, situada en la Serra da Freita, en el municipio de Arouca (distrito de Aveiro), a unas 3h30 en coche de la capital.
A pesar de la distancia, cree que cada kilómetro merece la pena, sobre todo para quienes no pueden prescindir de ver de cerca un verdadero espectáculo natural. Con cerca de 75 metros de altura, está considerada la cascada más alta de Portugal continental, pero también es un lugar único para los que buscan serenidad, aventura o desconexión total.
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¿Qué tiene de especial Frecha da Mizarela?
Para empezar, el entorno, desprovisto de cualquier ruido urbano, apela a una cierta paz interior. De hecho, se trata de un destino excelente para quienes buscan meditar y/o para los amantes de los deportes en la naturaleza, como el senderismo y el running en impresionantes montañas.
Según el sitio VisitArouca, la Frecha da Mizarela es una de las mayores atracciones de la Serra da Freita, a unos 900 metros de altitud. Alimentada por las aguas del río Caima, la cascada forma parte del Geoparque de Arouca, clasificado como Geoparque Mundial por la UNESCO.
Propicio a la formación de pequeñas piscinas naturales y en un entorno cuando menos inspirador, el paisaje puede (y debe) contemplarse desde el mirador de Frecha da Mizarela, situado a 1 kilómetro de la playa fluvial de Albergaria da Serra , otro lugar a tener en cuenta para los calurosos días de verano.
Origen, fauna y flora
Según National Geographic, el origen de la cascada está asociado a complejos procesos geológicos. En otras palabras, el río esculpió el granito y erosionó la cista más blanda, creando la caída. Además, el propio sistema de fallas de la Serra da Freita contribuyó a que el río desembocara en él y se formara la cascada.
También hay que señalar que la Frecha da Mizarela está rodeada de ejemplos de la vegetación primitiva de la Serra da Freita. El roble y el rododendro, entre otras especies protegidas, aún prosperan aquí.
Al mismo tiempo, este lugar es también refugio de diversas aves, como el águila pescadora y el mirlo acuático. En definitiva, esto es sólo una pequeña muestra de lo que le espera: un tesoro natural, donde reina el silencio a la hora de abrazar la puesta de sol.
Otros puntos de interés
Si decide viajar más de 300 kilómetros desde Lisboa para ir a la Serra da Freita, no puede volver a la capital sin visitar otros lugares como:
- Casa das Pedras Parideiras – Centro de Interpretación;
- Detrelo da Malhada, entre muchos otros.
¿Cuándo es el mejor momento para visitarlo?
La respuesta depende directamente de sus intereses. Es decir, si le gusta la naturaleza y sumergirse en las aguas cristalinas de los ríos, siempre puede optar por el verano. Eso sí, prepárese, ya que es una época en la que hay muchos turistas, por lo que se gana en baños pero se pierde en tranquilidad.
Sin embargo, si realmente desea una experiencia serena, casi como un retiro espiritual, puede elegir la primavera o el otoño. Además, si quiere recorrer los senderos, planéelo con antelación para no perderse. Y, por supuesto, ¡lleve calzado cómodo!