Afortunadamente, Lisboa está rodeada de maravillas. Por un lado tenemos el mar, por el otro la campiña y la sierra. Hoy vamos a mostrarle los pueblos más pequeños y «secretos» para visitar y enamorarse.
Le encantará viajar a cualquiera de estos cinco pueblos situados a pocos kilómetros de la capital, lugares perfectos para crear nuevos recuerdos con la familia, los amigos o su pareja.
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Penedo, en Sintra
Penedo se encuentra a poco más de 50 minutos de Lisboa, en la Sierra de Sintra , en pleno parque natural, pero poco se sabe de los orígenes de este pueblo.
Algunos relatos, de 1527, hablan de referencias a este lugar en el siglo XIII, lo que también convierte a Penedo en uno de los pueblos más antiguos del país. Recomendamos una visita a la fuente del centro del pueblo.
Aldea de Mata Pequena, en Mafra
Nuestra primera sugerencia es una aldea típica de la región de Saloia (así se dice). Aldeia da Mata Pequena es una de las pocas aldeas que ha sido completamente conservada y restaurada de forma que mantiene el aspecto y las tradiciones de antaño.
Para los que desean un relax total, a menos de media hora de la ciudad, éste es el lugar ideal. Puede saber más sobre este espectacular pueblo en este artículo exclusivo de Lisboa Secreta.
Azenhas do Mar, en Sintra
Cuando se llega a Azenhas do Mar, se tiene la sensación de estar en un lugar que no existe. Cerca de Sintra, el pequeño pueblo está encaramado en un acantilado junto al mar.
Es el lugar perfecto para pasar el fin de semana comiendo marisco y disfrutando de la brisa marina. Más información sobre este pueblecito costero.
Pia do Urso, en Batalha
Además de un pueblo tranquilo, Pia do Urso alberga el Ecoparque Sensorial Pia do Urso. ¿Y qué es un parque natural y sensorial? Es un parque adaptado para invidentes, con un recorrido a pie en plena naturaleza donde encontramos algunas paradas en las que podemos interactuar con lo que se nos presenta, utilizando el tacto y el olfato.
Hace mucho tiempo había osos en estos parajes, pero ya no, pero aún se pueden encontrar las «pias» -minilagos- donde bebían agua, y que dieron nombre al lugar.
Típica aldea de José Franco en Mafra
A primera vista, este pueblo se parece a cualquier otro. Tiene un castillo, casas blancas con rayas azules, un molino y talleres. Pero en realidad, este pueblo es una recreación de una aldea típica portuguesa y fue construido por José Franco en los años 60.
Como homenaje a su tierra y a sus recuerdos, el alfarero José Franco reconstruyó todo lo que caracteriza a una aldea, pero a menor escala.
Es sin duda un lugar especial, diferente a los demás, y un sitio excelente para llevar a los niños a jugar y aprender. Y no lo olvide, ¡hay pan con chorizo! Más información aquí.
Mapa con los pueblos más pequeños cerca de Lisboa, ¡y una lista para su móvil!
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