Fuimos en su busca y reunimos 10 miradores secretos de Lisboa en un itinerario con vistas increíbles, perspectivas sorprendentes y rincones donde (todavía) se habla poco inglés.
¿Cuántos conoce?
1 – Mirador do Moinho das Três Cruzes do Calhau
Este es uno de los secretos mejor guardados de Monsanto, tal vez porque se encuentra en el lado noreste del parque, en la parroquia de São Domingos de Benfica.
Uno de los miradores secretos de Lisboa está junto a un antiguo molino en ruinas, en el Parque Recreativo de Calhau, y se puede llegar a pie subiendo por un camino que atraviesa el bosque.
Las vistas no son precisamente impresionantes, pero sí sorprendentes, sobre todo por la perspectiva, que se extiende desde Benfica hasta Campolide, pasando por Sete Rios.
Hay dos mesas al lado, que invitan a hacer un picnic lejos del bullicio.
2 – Mirador de Escarpa
Otro de los increíbles miradores secretos de Lisboa. Este se encuentra en Monsanto y pocos lisboetas lo conocen, sobre todo porque el camino hasta allí no es el más fácil.
Si su GPS no lo encuentra, tome la Estrada do Alvito (dirección sur), pase la Estrada dos Montes Claros y aparque un poco más adelante, junto al Parque de Picnic de Escarpa.
Rodeado de vegetación, tiene el verde del parque en primer plano y los barrios de Campolide y Amoreiras al fondo.
3 – Mirador de la calle Rodrigues Francisco Lobo
Aunque no tiene nombre oficial, la llamamos así porque esta calle de Campolide es el mejor punto de referencia para descubrirla.
Nada más llegar, hay que buscar el número 13A y pasar por debajo del edificio, utilizando una especie de túnel (algo sombrío) que lleva a una metalistería.
Luego pasas una valla (está abierto, así que el camino debe ser público) y giras a la derecha, donde hay una terraza con curiosas vistas de Monsanto y un atisbo del puente 25 de Abril y el Cristo Rei.
4 – Mirador de la Basílica da Estrela
¿Sabías que puedes subir a la terraza de la Real Basílica de Estrela? Desde allí, tienes una vista de 360º en uno de los miradores secretos de Lisboa que más promete sorprenderte.
El verde del Jardim da Estrela (al lado) es lo primero que se vislumbra, pero más allá también se ven las torres Amoreiras, el puente 25 de Abril, el Tajo y el Castillo de São Jorge.
Aunque no siempre está abierto, el horario oficial de visitas es de 8:30 a 12:00 y de 13:00 a 18:00.
5 – Mirador del Monasterio de São Vicente de Fora
Quien va a los famosos miradores de Santa Luzia o Portas do Sol no deja de fijarse en la magnificencia del Monasterio de São Vicente de Fora, pero tal vez no se dé cuenta de que él mismo ofrece una de las vistas más increíbles de Lisboa.
Desde lo alto del edificio se obtiene una perspectiva única de la Iglesia de Santa Engrácia, el barrio de Alfama y el río Tajo, que domina gran parte del paisaje.
Para visitarlo, hay que comprar una entrada al monasterio, que cuesta 5 euros.
6 – Mirador de Santo Estevão
Aunque parezca mentira, todavía es posible esconderse en Alfama. Este mirador, situado junto a la Iglesia de Santo Estevão, ha conseguido escapar de las aglomeraciones turísticas, probablemente porque está en pleno corazón del barrio.
Bajando por las calles Guilherme Bragau y Vigário, se llega a una tranquila plaza con mucha sombra y vistas al barrio más antiguo de Lisboa y al río Tajo que lo atraviesa.
7 – Miradouro do Jardim do Recolhimento
A dos pasos del Castillo de San Jorge, es uno de los secretos mejor guardados de esta zona tan turística.
Además de impresionantes, las vistas sorprenden por su insólito emplazamiento, con Alfama a sus pies, enmarcada por el Tajo, el Monasterio de São Vicente y la Iglesia de Santa Engrácia.
En el lugar, hay una instalación en forma de rombo que ayuda a tomar fotos increíbles, así como un parque infantil y una cabina de lectura llena de libros.
8 – Miradouro da Penha de França
Es un pequeño mirador con una enorme (e increíble) vista de la ciudad, pero aún así está lejos de las atracciones turísticas más populares.
Estájunto a la Iglesia de Nossa Senhora da Penha de França (en la plaza del mismo nombre) y permite ver no sólo el Tajo y la zona histórica, sino también otra cara de la ciudad, como los barrios de Chelas, Marvila u Olivais.
9 – Mirador de Monte Agudo
Es uno de los miradores más escondidos de la ciudad, pero también uno de los más agradables, no sólo por las vistas, sino también por el bar-terraza que sirve aperitivos, bebidas y cafés que adquieren un nuevo sabor con el ambiente de este lugar.
Construido en los años 50, se encuentra entre la Rua Heliodoro Salgado y la Rua Ilha do Príncipe, pero no se ve a primera vista, quizá porque está escondido detrás del instituto Dona Luísa de Gusmão.
¿El resultado? Los lisboetas que buscan un mirador tranquilo y sin aglomeraciones lo agradecen.
10 – Mirador de Santo Amaro
Algunos miradores están más escondidos que otros, como es el caso de éste, junto a la acera de Santo Amaro, en la parroquia de freguesia de Alcântara.
Es uno de los lugares que quedan en Lisboa donde relajarse y alejarse del bullicio de la ciudad.
Alfondo está la capilla renacentista (1549) dedicada a Santo Amaro y, enfrente, el Tajo, el puente 25 de Abril y la zona portuaria.
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