Si nunca ha estado en Alcochete, ¡no sabe lo que se pierde! Esta tierra junto al río tiene mucho más que visitar de lo que cree, desde las salinas hasta las playas fluviales, pasando por un puñado de iglesias centenarias.
Eche un vistazo a nuestro itinerario y póngase en marcha, porque Alcochete promete sorprenderle.
Tabla de contenidos
Salinas de Samouco
Tradición salinera y protección del medio ambiente se unen en este paraíso natural de 360 hectáreas, vecino del Tajo.
Aquí, el visitante encontrará una salina en funcionamiento, testimonio del «oro blanco» que antaño sustentó a muchas familias alcocheteanas.
Pero también es un lugar privilegiado para el senderismo y la observación de aves, pues de lo contrario no sería una Zona de Especial Protección visitada por 170 especies de aves. Lo más destacado son los flamencos, garzas y zancos que viven aquí.
Centro Ambiental Sítio das Hortas
Situado en el corazón de la Reserva Natural del Estuario del Tajo, este espacio medioambiental junto a Freeport está formado por dos zonas diferenciadas: Sítio das Hortas y Pinhal das Areias.
Observación de aves, paseos en burro y senderismo son algunas de las actividades que se pueden realizar allí.
Playa de Moinhos
Uno de los lugares más populares de la ciudad en los días calurosos, esta playa debe su nombre a los molinos de viento (ahora desactivados) que existen junto a la arena.
En los últimos años, se ha hecho popular entre los aficionados a los deportes de viento, como el kitesurf. También acoge el Festival Internacional de Cometas.
El municipio de Alcochete también cuenta con la Playa del Río Samouco, donde hay un circuito peatonal, un parque infantil y una zona de picnic.
Zona ribereña
Auténtica postal de Alcochete, el paseo fluvial invita a dar un paseo con vistas al Tajo y sirve de punto de partida para descubrir la ciudad.
¿Quiere una ruta sugerida? Empiece en el Mirador de Amália Rodrigues, pase por las Iglesias de Nossa Senhora da Vida y de la Misericórdia y dé un corto paseo hasta Ponte-Cais. Al final del paseo, nada mejor que la tranquilidad del Jardín do Rossio.
Iglesia de San Juan Bautista
Construida en el siglo XV, esta iglesia de estilo gótico está asociada al Infante D. Fernando, padre del rey Manuel I.
En su interior destacan el retablo del altar mayor, los azulejos del presbiterio y varias pinturas del siglo XVI.
Iglesia de Nuestra Señora de la Vida
Construida en 1557, comenzó siendo una capilla (del Espíritu Santo) y más tarde pasó a llamarse Iglesia de Nuestra Señora de la Vida.
No te pierdas los azulejos del siglo XVIII que representan la vida de la Virgen.
Iglesia de la Misericordia
El retablo de Diogo Teixeira que se encuentra en su interior está considerado uno de los mayores tesoros artísticos del distrito de Setúbal.
Se dice que esta iglesia formaba parte del antiguo Palacio de los Infantes de Beja, donde nació el rey Manuel I.
Iglesia de São Brás
Templo de arquitectura barroca, se desconoce su fecha de construcción, pero hay noticias de visitas de la Orden de Santiago que se remontan al siglo XVI.
Ha sido remodelada y reconstruida varias veces a lo largo de los años.
Barrio de Barrocas
Antiguo y pintoresco barrio de calles estrechas y casas coloridas, es el corazón de la ciudad, habitado a lo largo de los años por personas vinculadas a actividades tradicionales como la extracción de sal, el transporte fluvial y la pesca.
Bote Leão
«El Rey del Nordeste», como llaman a esta embarcación tradicional, le invita a descubrir el río, con la ciudad (y Lisboa) como telón de fondo privilegiado.
Si tiene ocasión, no pierda la oportunidad de subir a bordo y dar una vuelta por el Estuario Natural del Tajo.