Si aún no sabe qué hacer en los próximos días, aquí tiene una sugerencia: «Metaviolencia «, una creación de João Pedro Fonseca -uno de los fundadores del Centro Artístico ZABRA-, llega a Lisboa del 1 al 3 de noviembre, siempre a partir de las 19:00 horas.
Tras recorrer Lamego, el espectáculo inmersivo promete despertar los sentidos y provocar el debate. «Metaviolence» es una performance multidisciplinar que desafía los límites entre arte, tecnología y conciencia humana… todo ello en un universo alternativo.
Con la voz en off de figuras reconocidas por el público portugués, como Albano Jerónimo y Mariana Monteiro, la narrativa de «Metaviolence» cobra vida en una performance híbrida e inmersiva. El propósito del espectáculo es claro: reflejar la evolución de la relación entre humanos y máquinas. Aunque la narrativa es distópica, lo cierto es que no faltan vínculos con la actualidad que invitan a la reflexión.

El universo distópico de «Metaviolencia
Entre proyecciones, sonidos e iluminación sincronizada, «Metaviolence» es cualquier cosa menos un espectáculo aburrido. Y esta intensa atmósfera transporta al público directamente a un futuro próximo; una era distópica en la que los instintos destructivos han sido erradicados. Metafóricamente, parece el escenario perfecto para que la humanidad prospere. Sin embargo, no es así.
Afectados por un virus propagado a través de la droga VIOL, los humanos pierden su forma natural de defensa. Como resultado, se convierten en seres frágiles, incapaces de resistir y al borde de la extinción. La solución encontrada es el METAVIOL, un dispositivo manejado por una máquina avanzada que se dedica a recoger los últimos restos de la humanidad.
Asegure ya su entrada para este viaje a un futuro distópico cercano.

Cuando la violencia ya no es física…
Metaviolence escenifica un futuro en el que la violencia no es física, sino que se produce en la forma en que los seres humanos son reducidos a datos: extraídos, expuestos, catalogados. Es un espectáculo sobre cuerpos que ya no se hieren, sino que se leen, que cuestiona lo que queda de humanidad en un mundo post-instinto», dice João Pedro Fonseca en la sinopsis del espectáculo.
En este contexto, la gran tensión a explorar navega entre dos espectros divergentes pero sin duda complementarios: el biológico y el sintético. Al final, la violencia ya no se refleja en la agresión física, sino en la ausencia de elección.
Para sumergirse en el mundo de la Metaviolencia, basta con acudir al Centro de Arte Zabra, en el Edifício III (Av. Infante Dom Henrique 332 R/C), los días 1, 2 y 3 de noviembre.